COMO ESCOGER VUESTRA MÁQUINA PROFESIONAL

Garantía de la buena reputación de un local,  la máquina del café espresso es el verdadero motor de un bar.

Existen diferentes tamaños y modelos en el mercado. Escoger la máquina apropiada es fundamental para dar vida a vuestro local.

Aquí os revelamos algunos trucos para identificar la más adecuada a vuestras necesidades y os sugerimos los cuidados necesarios para su mejor conservación y funcionamiento.

Existe un feeling especial entre el barman y su máquina de espresso, una sintonía que crece día tras día al ritmo del tintineo de las tazas, a veces frenético, otras veces más relajado. Pero para que nazca esta complicidad es necesario que se produzca el encuentro apropiado.

Escoger el modelo de máquina profesional más adecuado a vuestras necesidades concretas es el primer paso para que vuestro bar llegue a ser un local valorado.  Sin olvidarse de pensar también en un buen molinillo-dosificador...

¿Cómo escoger la máquina adecuada a vuestro caso concreto?

Son muchas las cosas a tener en cuenta antes de dar el gran paso y la primera tiene que ver con el tamaño del modelo a escoger.

Los formatos más comunes son los de dos o tres grupos.
Como referencia conviene tener en cuenta que una máquina de tres grupos es la adecuada para un consumo diario de 2,5 kg de café.
Por lo tanto, antes de la compra hay que valorar el número de clientes potenciales, a calcular según el contexto del bar. ¿Está en una zona de oficinas? ¿En una plaza peatonal? ¿Hay alguna universidad cerca?
Una vez estimado el número de cafés diarios que estimáis preparar, podréis decidir qué máquina es la más adecuada para vuestro negocio.

 

Además hay otros aspectos a tener en cuenta para estar seguros de no equivocarnos. He aquí a lo que no debéis renunciar:

  • La calidad de la máquina profesional debe ser impecable. Es preferible un producto de alta gama que os garantice una constante térmica excelente;
  • La asistencia de la casa matriz es un elemento que no debe menospreciarse. Escoged empresas que puedan ofrecer un servicio rápido, de confianza y altamente cualificado;
  • La competencia del barman es fundamental para que la máquina pueda dar lo mejor de si... ¡Incluso el blend más preciado !

No obstante, comprar la mejor máquina y hacerse con el barman más brillante no son garantía de éxito si no se respetan las normas de mantenimiento de los equipos correctamente. Incluso la mezcla más preciosa puede decepcionar en la taza si la máquina con la que se prepara el café no se ha limpiado eliminando los residuos de grasa del día.

Por lo tanto, la regla de oro es encontrar el tiempo necesario para limpiar las partes de la máquina en contacto directo con el café. No dejar nunca el café en el panel demasiado tiempo.

 

Aquí tenéis una guía de los pasos necesarios para mantener vuestro equipo limpio y en perfecto funcionamiento.

  1. La primera cosa que hay que hacer cada mañana es calentar los motores.  Encended la máquina y proseguid con el control de la molienda.
  2. Para estar seguros de ofrecer al primer cliente de la jornada un espresso impecable, haced al menos un café “al vacío”.
  3. Hacia la hora del almuerzo, o del cambio de turno en la barra, dedicad un par de minutos a la descarga: sin café y con la máquina a presión, sólo bastará un poco de agua para limpiar la cámara.
  4. Para evitar sobrante, en las últimas horas de la jornada conviene calcular la dosis que debemos moler, de acuerdo a las peticiones de café que presumiblemente recibiréis hasta el final del servicio.
  5. Después del cierre, limpiad los residuos de polvo de café que han quedado en el molinillo-dosificador para evitar que se enrancien durante la noche.
  6. Limpiad con un trapo mojado las partes de la máquina que están en contacto directo con el café: filtro, porta-filtro, mangueras y difusor.
  7. Con un pincel quitad los residuos de café del grupo y las juntas. Volved a colocar las mangueras y el filtro, prestando atención a cómo colocáis el porta-filtro: no lo apretéis demasiado si no queréis estropear las juntas.
  8. La lanza-vapor de la máquina tiene que limpiarse cada vez que se utiliza; sólo hay que encenderla un momento y pasarle un trapito húmedo. Desmontad y limpiad la boquilla periódicamente.  

Además de los cuidados diarios, es necesario dedicar un tiempo al mantenimiento extraordinario, que debe realizarse una vez a la semana además de antes y después del período de clausura del bar. En estas ocasiones haced una limpieza más profunda: mangueras, filtro y porta-filtro (sólo la parte metálica, nunca la plástica) se sumergen en agua caliente durante media hora con un detergente neutro específico para máquinas de café. Después se secan y se vuelven a colocar.

Estas operaciones simples pero fundamentales os permitirán mantener vuestro equipo en buen funcionamiento a lo largo del tiempo.

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